
Con Jesús por la noche
Intimidad. Haz silencio interior para cerrar el día. Entra en la intimidad de tu corazón y deja que Dios te hable. Recorre con Él tu día. Pídele que te muestre cómo lo has vivido y dónde te ha encontrado Él. ¿Qué quieres agradecer? ¿Qué te hubiera gustado que fuera diferente? ¿Crees que hay alguien que necesite una disculpa? La intimidad con el Señor ayuda a mirar como Él mira. Entrégale tu día y pídele ayuda para mañana. Ave María…
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