
Con Jesús durante el día
Misión humilde. Ser elegido para ser misionero es un llamado a la santidad, al acompañamiento de una “humanidad deshumanizada”. Llevar el mensaje sin atropellar, de manera sencilla, implica actuar “… con obras y gestos en la vida cotidiana de los demás, achica distancias, se abaja hasta la humillación si es necesario, y asume la vida humana, tocando la carne sufriente de Cristo en el pueblo.” (Papa Francisco) ¿Realizas tu misión con humildad y libre de voluntarismos? Busca ayuda para tu misión en el rezo del Santo Rosario diario.
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