
Con Jesús por la noche
Mis deseos. Busca un sitio tranquilo y comienza a cerrar el día. ¿Qué tienes para agradecer? Toma contacto con tu corazón y fíjate qué deseos se han movido dentro de ti. Los deseos mueven tu voluntad. ¿Hacia dónde te dirigen tus deseos? ¿Qué sentimientos te despiertan? Hay deseos que te llevan a crecer y a obrar el bien y otros no. Identifica en ti la diferencia. ¿Qué deseos tienes para mañana? Apúntalos. Ave Maria…
Deja un comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.