
Con Jesús durante el día
Al ritmo de Su Corazón.
Detén tus quehaceres por un instante para acercarte por un instante al Corazón misericordioso del Señor. “Cuánto deseo que los lugares en los que se manifiesta la Iglesia, en particular nuestras parroquias y nuestras comunidades, lleguen a ser islas de misericordia en medio del mar de la indiferencia” (Papa Francisco). Repite al ritmo de tu respiración: “Haz, Señor, mi corazón semejante al tuyo”. Agradece este momento de oración y regresa a tu rutina con el propósito de salir de tu indiferencia.
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