
Con Jesús durante el día
Madurar. Toma un descanso de tus actividades para reconocer al Señor. En lo que voy viviendo del día, ¿Logré ver a Jesús presente a pesar de que las cosas no son como yo las quiero? En mi familia y con las personas que vivo ¿Soy capaz de aceptar las dificultades del camino para vivir como Jesús? “Ninguna familia es una realidad celestial y confeccionada de una vez para siempre, sino que requiere una progresiva maduración de su capacidad de amar” (Papa Francisco) “Dame Señor un corazón que madure en tu modo de amar”
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