
Con Jesús por la mañana
Siervos humildes.
Haz de este nuevo día un canto de alabanza a tu Dios, que mira el corazón de las personas y enaltece a los que, como María, se hacen siervos humildes. “El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: “¡Oh, Dios!, ten compasión de este pecador” (Lc 18,9-14). Pídele al Señor vivir hoy, desde la humildad, como fiel discípulo suyo, al servicio de tus hermanos. Ofrece tu día unido al Papa. “Pidamos a la Virgen que bendiga y custodie a todos los católicos en China” (Papa Francisco). Padrenuestro…