
Con Jesús por la mañana
Paciencia. Acoge el día que inicias, y pide al Señor luz y disposición interior para escucharlo. El diálogo «requiere paciencia, claridad, buena disposición hacia el otro. No excluye la confrontación, de diversos puntos de vista, sin hacer que las ideas se manejen como armas, sino como luz. No resignemos nuestras ideas, utopías, propiedades ni derechos, sino renunciemos solamente a la pretensión de que sean únicos o absolutos» (Papa Francisco). “Porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría” (Lc 21, 10-19). Dame Señor tus palabras para hablar. Padrenuestro…